Lectio Divina de los Evangelios

10 11 Qué es la lectio divina y cómo usar este libro Qué es la lectio divina y cómo usar este libro Lectura—Meditación—Oración—Contemplación Lectio divina, o “lectura divina” es un proceso de involucrarse con Cristo, la Palabra de Dios. Por medio de este sagrado ejercicio, entramos en una relación más íntima con la propia Palabra, que nos comunica el amor del Padre a través del Espíritu Santo. Lectio divina tiene cuatro pasos, en los cuales primero escuchamos lo que ha dicho Dios (lectura). Luego lo interiorizamos y reflexionamos (meditación). De aquí, se elevan nuestros corazones (oración). Finalmente, después de hablarle al Señor en la oración, descansamos y escuchamos su mensaje para nosotros (contemplación). Éste es el proceso de lectio divina. Es una conversación con Dios, fundamentada en la revelación del propio Dios a nosotros. Esto nos ayuda a hablar con Dios desde la perspectiva de lo que Él ya nos ha comunicado sobre su relación con la humanidad, sus planes y deseos para nosotros, sus promesas, sus advertencias, y su guía sobre cómo podemos vivir para alcanzar verdadera vida en abundancia en Cristo. A continuación, se da una breve descripción de cada uno de los cuatro pasos: Lectura (Lectio) Lea el pasaje despacio y permítale que penetre. Si hay una frase o pasaje particularmente llamativa y quiere guardarla consigo, piense en aprenderla de memoria, o anotarla para tenerla con usted, para poder releerla durante el día y dejarla que penetre más profundamente en su espíritu. “La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo”. (Romanos 10:17) “La palabra de Dios es viva, y / eficaz . . . y descubre los pensamientos e intenciones del corazón”. (Hebreos 4:12) Meditación (Meditatio) Lea el pasaje de nuevo, y cuando algo le llame la atención, o le surja una pregunta, deténgase y medite. Piense sobre lo que Dios podría estar diciendo a través de esto. “Es gloria de Dios ocultar una cosa, / es gloria de reyes investigarla”. (Proverbios 25:2) “Tus ordenanzas quiero meditar / y fijarme en tu forma de actuar”. (Salmo 118:15) Oración (Oratio) Háblele al Señor sobre lo que ha leído y comparta lo que está en su mente y en su corazón—ofrezca y comparta con el Señor su agradecimiento, petición, preocupaciones, dudas, o simplemente, afírmele al Señor la palabra que ha dicho. “Entremos por sus puertas dando gracias, / por sus atrios, con himnos”. (Salmo 99:4) “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá”. (Mateo 7:7) Contemplación (Contemplatio) Este es un tiempo de silencio, un tiempo de descansar en su presencia y esperar en el Señor. Es un momento en que permitimos al Señor hablar directamente a nuestro espíritu dentro de nosotros. Requiere práctica. Pero nos permite estar atentos a la voz del Señor y, con práctica regular, nuestra capacidad de escuchar la voz del Señor crecerá en la vida diaria y en las situaciones diarias, a medida que aprendemos a

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