Cuaresma 2023

Querida familia Magnificat: Las peregrinaciones suponen una salida del lugar habitual (algo así como dejar nuestra comodidad), un recorrido no siempre fácil (sed, hambre, frío, calor…) y una llegada plenamente gozosa (es el fruto de lo anterior) a una meta santa en la que se encuentra un santo, un mártir… La Cuaresma no es otra cosa que una peregrinación espiritual de la vida cristiana. La Iglesia nos pone en salida el Miércoles de Ceniza, nos despierta, nos anima a dejar atrás al hombre viejo, al pecado…El recorrido de cuarenta días es largo, no cabe duda. Recuerda los cuarenta años que pasó Israel transitando por el desierto o el ayuno de Elías en el desierto durante cuarenta días. La esencia de la peregrinación es la intensificación del trato con Dios mediante la oración, el ayuno –gracias al desprendimiento de las cosas que el peregrino experimenta que no necesita– y la limosna, fruto de ese desprendimiento que se materializa entregando tiempo, una sonrisa, dinero, etc. Lo más importante no está en el hecho de caminar, sino en la meta: el peregrino, si no mira a la meta, si no desea esa llegada gozosa, se cansa, pues pierde el sentido de su acción. Nuestra meta es la Pascua: el Santo de los Santos. Él hará nueva nuestra vida una vez más en la noche de la Vigilia pascual. ¡Peregrino, ponte en camino, la meta te aguarda y es destino gozoso: Cristo resucitado! Ni más, ni menos. En Jesús y María, Pablo Cervera Barranco

8  Letanías penitenciales El rezo de estas imprecaciones, realizado con fe y esperanza, ayudará a suscitar el dolor de los propios pecados. R/MSeñor, ten piedad. Tú que al ciego que gritaba le diste la vista, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que no condenaste a la adúltera, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que comiste con publicanos y pecadores, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que llevaste la salvación a la casa de Zaqueo, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que de la muerte llamaste a Lázaro, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que a Judas lo amaste hasta el final, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que desde la cruz perdonaste al ladrón, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que eres el único que no te escandalizas de mí, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que eres el único que amas al enemigo, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que has entrado en la muerte por mis pecados, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/ Tú que, para mi salvación, has resucitado de la muerte, ten piedad de mí, que soy un pecador.MR/

 9 Examen de conciencia cuaresmal Siguiendo el himno paulino de la caridad (1 Cor 13) Jo r g e d e l a Cu e v a , SJ ( † ) (Entregó su vida a la predicación de los Ejercicios espirituales de san Ignacio y al apostolado en las Congregaciones Marianas.) La caridad es paciente… Perdón, Señor, por mi impaciencia contigo, por mis rebeldías contra tu voluntad. Mi impaciencia con los hombres, mi impaciencia en la adversidad, mi rechazo sistemático del dolor, del sufrimiento, de la incomodidad, mi tributo al hedonismo, mi búsqueda del placer. Es servicial… Perdón, Señor, por no entender la vida como servicio a ti en los hermanos. Por no poner mis talentos y mis recursos a disposición de los demás, por mi tacañería en dar mi tiempo, mi cariño, mis potencialidades. Por mi pereza, mi inactividad, mi falta de compromiso, mi deserción en la lucha en el momento crucial en que vivimos. Perdón por tantos pecados de omisión, por mi falta de identificación con las necesidades de los marginados, con los que sufren en el cuerpo y en el espíritu. No es envidiosa… Perdón, Señor, por mi envidia, por mi afán de compararme con los que son más o tienen más. Mi dolor del bien ajeno, mi empeño en ser más que los otros, en quedar mejor, en ser más estimado.

 13 Vía crucis Mirando el árbol de la cruz con la guía de san Pablo Manuel González López-Corps , Pbro (El autor es sacerdote de la Archidiócesis de Madrid y doctor en liturgia. Es colaborador habitual de Magnificat.) V/ La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros (2 Cor 13,13). R/ Y con tu espíritu. San Pablo es el autor del Nuevo Testamento que más ha profundizado en el misterio de Cristo muerto y resucitado. Nos invita a mirar la cruz donde se revela el poder de Dios. El Apóstol de las gentes es un buen guía para meditar el «camino de la cruz», orando con textos extraídos de sus Cartas. En la fe y en la esperanza de que esta oración nos ayudará en nuestra actitud de continua conversión, iniciemos el recorrido santo del vía crucis. n Primera estación n Jesús en el huerto de los Olivos V/MTe adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R/MPues por tu santa cruz redimiste al mundo. Del evangelio según san Marcos 14,32-36 Llegaron a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Sentaos aquí, mientras yo hago oración». Toma

consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad». Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora. Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú». Meditación «Ha llegado la hora» (Jn 16,32). Bajo los olivos se dibuja la Hora: la del mundo, la del poder de las tinieblas; la hora anunciada por Jesús a los discípulos que, sin embargo, no acompañan su soledad. Aquella para la que él vino a este mundo. Hora de pavor, en cuya debilidad se manifestó la fuerza de Dios (1 Cor 1,25). Hora de vela y oración. Hora para la traición. Pero si su caída ha sido la «riqueza del mundo, y su fracaso, riqueza de los paganos, ¡qué no será su plenitud!» (Rom 11,12) V/ Mirad el árbol de la cruz. R/ Donde estuvo clavada la salvación del mundo. n Segunda estación n Jesús, traicionado por Judas, es arrestado V/MTe adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R/MPues por tu santa cruz redimiste al mundo. Del evangelio según san Marcos 14,43. 45-46 De pronto se presenta Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. Nada más llegar, se acerca a él y le dice: «Rabbí», y le da un beso. Ellos le echaron mano y lo prendieron. 14 VÍa crucis

31 J UEVE S 2 3 DE F E BR E RO San Policarpo Hay un refrán que dice: «Bendito ayuno que mereció tal desayuno» y es que después de un día de ayuno como el de ayer uno tiene hambre; pero no podemos caer en la gula y perder hoy todo lo ganado de aquella privación de ayer que tanto bien nos ha hecho. La Cuaresma implica privaciones. Por eso, dice el Señor en el evangelio hoy: «Si alguno quiere venir en pos de mí, tome su cruz de cada día y me siga». ¿Qué es negarnos a nosotros mismos? Negar aquello que te apetece por encima de cualquier otra cosa y de cualquier persona. Por ejemplo, te apetece tener un cargo importante y para eso tienes que pisotear a no sé cuántos. Pues no, se trata de caminar juntos y apoyarnos unos a otros sin pisar a nadie. La Cuaresma nos pone delante de Dios como un espejo en el que, al mirarnos, no vemos nuestra imagen, sino nuestra imagen en Dios. Ojalá que nos demos cuenta de esto. ¿Qué vas a hacer en Cuaresma, qué has hecho ya? Que nos demos cuenta de que tenemos que optar por el Señor: «El que quiera salvar su vida la perderá». Sin embargo, el que pierde su vida por causa de Cristo la salva. ¿Buscamos salvarnos o nos perdemos en nuestras cosas? El evangelio de hoy es un anuncio de la pasión, para eso nos estamos preparando en la Cuaresma. ¿Para qué te vas a preparar tú? David Benítez (reflexión basada en Lucas 9,22-25) Padre todopoderoso, dame la gracia de cargar con mi cruz y seguirte, olvidándome de mí mismo y recordando tus promesas eternas, que nunca fallan. Penitencia sugerida para hoy Ofrece tu día por las intenciones de una persona a la que tengas presente todo el día.

32 V I E RNE S 2 4 DE F E BR E RO Viernes después de Ceniza Durante la Cuaresma vamos a oír hablar del ayuno; a simple vista, ayunar significa no comer, y de modo extensivo, implica privarnos de algunas cosas que en principio no tienen por qué ser malas, pero que a veces nos pueden llegar a esclavizar. Sin embargo, si pensamos más en profundidad, cuando nos privamos de algo de forma voluntaria no es para dejar de comer, sino para compartir el sufrimiento de quien en su día a día carece de lo necesario. No es el ayuno algo que hagamos por masoquismo, sino para compartir con el otro, razón por la cual el ayuno exige la limosna. Si alguno te pregunta por qué ayunas o por qué hoy viernes no comes carne, no digas que es porque te estás preparando para la Pascua, para la Semana Santa, ni que es para imitar el sufrimiento de la pasión de Jesús crucificado. No creo que cambiar una hamburguesa por un trozo de atún sea precisamente un sufrimiento. No ayunamos ni por la Pascua ni por la cruz, sino a causa de nuestros pecados, porque en Pascua, a diario y cada domingo, nos acercamos a celebrar los Sagrados Misterios y hay que prepararse. Por eso la Pascua, el encuentro con Cristo que pasa, no es motivo de ayuno o de luto, sino de alegría y de gozo. Todo consiste en cómo te lo plantees y en cómo la prepares tú. David Benítez (reflexión basada en Mateo 9,14-15) Padre celestial, concédenos la gracia de empezar este tiempo en un espíritu de gran amor por nuestro Señor Jesucristo crucificado. Penitencia sugerida para hoy Prescinde de una comida o de parte de ella.

33 S ÁBADO 2 5 DE F E BR E RO Sábado después de Ceniza En estos tres días que llevamos de Cuaresma podemos encontrar ya dificultades para vivirla porque parece que estamos permanentemente tentados. Eso es bueno porque significa que estamos haciendo esfuerzos espirituales. La clave es si ya te has planteado algunas otras renuncias que son buenas. La Cuaresma no es fastidiosa, sino que es una ayuda para ti y para mí, para todos los creyentes. Mediante un compromiso de purificación personal, vamos haciendo un camino espiritual juntos, como hizo Jesús en el desierto, como hicieron los hebreos, y ese camino nos ayuda a tomar conciencia de lo pobres que somos, de lo precaria que es la existencia. El evangelio hoy nos hace darnos cuenta de que el Señor, a veces, se hace presente en medio de nosotros. En nuestra vida tenemos que descubrir la intervención providencial del Señor que nos llama: «Sígueme», le dice a Leví, que estaba haciendo sus tareas sentado en el mostrador de los impuestos; ahí el Señor llama, te llama. Pon tu nombre y piensa a ver qué le ofreces. Todos criticaban a Jesús porque comía con un pecador; y tú y yo ¿qué somos? Y nos sentamos a la mesa todos los días cuando venimos a Misa. «No necesitan médico los sanos sino los enfermos», y eso somos nosotros. El Señor nos llama a algo clave: la conversión. ¿En qué te tienes que convertir estos días? David Benítez (reflexión basada en Lucas 5,27-32) Padre misericordioso, concédenos la gracia de escuchar la llamada de tu Hijo para seguirlo con gozosa libertad. Penitencia sugerida para hoy Visita a un anciano.

34 DOM I NGO 2 6 DE F E BR E RO Primer domingo de Cuaresma Lectura del santo evangelio según san Mateo 4,1-11 Enaquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le contestó, diciendo: «Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”». Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”». Jesús le dijo: «También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”». Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían. * * *

82 El testamento del Salvador: orar con las Siete Palabras junto al Corazón de Cristo Meditación para el Viernes y el Sábado Santos Pa b l o Ce r v e r a Ba r r a n c o Jesucristo es llevado al Calvario y allí le despojan de todo, le arrancan las vestiduras, pegadas a su santa Humanidad, el sudor, la sangre y, un arrancón más, le colocan en la cruz y él obedece. Así es como Dios salva al mundo: no por la vía del triunfo, ni del aplauso, sino por la obediencia amorosa que acoge el plan del Padre. Este es Jesucristo, esta es la Palabra eterna, Dios nos ha hablado en el Hijo. Y ahora Jesucristo desde la cruz va a pronunciar siete palabras eternas, va a pronunciar su testamento, que va a ser un canto de amor. Y todo ello en la atmósfera iniciada en Getsemaní, prolongando la pasión como una gran ofrenda de oración. Algunas palabras son oraciones, son intercesiones, son peticiones. Volvemos a tener frente a nosotros a ese siervo doliente de Yahvé, tal como nos lo describe Isaías 53, en el cuarto de los cánticos del siervo de Yahvé. Y vamos a escuchar esa gran declaración de amor que son estas Siete Palabras. Unas las recoge san Lucas; son las palabras más humanas. Otras son del cuarto evangelista, san Juan: son más íntimas; san Marcos y san Mateo recogen esa palabra incomprensible que después escucharemos. Pedimos al Señor entrar en ese drama de amor de su Corazón que ahora se convierte en Siete Palabras «de vida eterna». Él pronuncia esas palabras que no pasarán y que han quedado grabadas en la historia y tú estás invitado a escucharlas de labios del Redentor.

Orar con las Siete Palabras 83 n Las palabras más humanas: san Lucas n Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen La primera palabra es una oración de intercesión y de mediación: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen». De los labios de Cristo no se cae jamás, desde el comienzo hasta el final de su vida, su invocación al Padre. Es una oración de intercesión y de mediación. Tengamos en cuenta que Cristo exhausto, agotado, casi asfixiado, tiene todavía fuerzas para rogar: esto es impresionante. Ese aliento jadeante no le impide olvidarse de sí y perdonar. Perdona porque comprende. Es el dolor que perdona. Junto a él cuelgan crucificados los dos ladrones. Uno de ellos le critica, otro reconoce su condición, sabe que padece el castigo justo: «Nosotros sufrimos justamente, pero este no ha hecho mal alguno». Jesús pronuncia su «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» y enseguida esa intercesión va a obtener su fruto. El así llamado buen ladrón es más bien el ladrón converso, el fruto de la oración intercesora de Cristo. Ese hombre, llamado según la tradición Dimas, se dirige a él con mirada suplicante: «Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». La oración de Cristo ha desencadenado la conversión en el corazón de Dimas, y por eso podrá escuchar esa segunda palabra tan humana, que también nos recoge san Lucas: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso». Hoy estarás conmigo en el Paraíso El dolor de Cristo se abre a los otros. Cristo está entre dos malhechores: esto es una obra de los enemigos del Señor. «Fue contado entre malhechores». Es una manipulación más de tantas como han ocurrido. Y es que también nuestras vidas están manejadas por manipulaciones de los hombres, de las circunstancias, como la del Señor.

92 Col abor ador e s en e ste número Pablo Cervera Barranco Sacerdote de la archidiócesis de Madrid. Doctor en Teología. Redactor jefe de la edición española de Magnificat. Jorge de la Cueva, SJ (†) Manuel González López-Corps, Pbro. Sacerdote de la archidiócesis de Madrid. Doctor en Liturgia. Colaborador habitual de Magnificat. Marko I. Rupnik, SJ Jesuita esloveno, artista, teólogo y escritor. Doctor en Teología. Director del Centro Aletti (Roma). Colaborador habitual de Magnificat. David Benítez Sacerdote de la archidiócesis de Madrid. Licenciado en Historia de la Iglesia. Párroco de Santa Genoveva Torres Morales (Majadahonda-Madrid). David Amado Fernández Licenciado en Filosofía. Párroco de Nuestra Señora del Enebral, Collado-Villalba (Madrid). Redactor de Magnificat. José María Alsina Casanova Licenciado en Teología. Superior de la Hermandad de Hijos de Ntra. Sra. del Sagrado Corazón. Javier Igea López-Fando Doctor en Astrofísica y Licenciado en Teología. Párroco de Santa Elena (Madrid). Federico Jiménez de Cisneros Licenciado en Sagrada Escritura. Sacerdote de la archidiócesis de Sevilla. Manuel Vargas Cano de Santayana Doctor en Teología. Vicario episcopal del Cerro de los Ángeles (Getafe, Madrid). Colaborador habitual de Magnificat.

Magnificat Especial Cuaresma 2023 Director de la redacción: Pierre-Marie Dumont Redactor Jefe: Pablo Cervera Barranco Redacción: David Amado Fernández Secretaria de la redacción española: Ángela Pérez García Colaboradores en este número: Jorge de la Cueva, SJ (†); Manuel González López-Corps, Pbro. Meditaciones diarias: David Benítez; David Amado Fernández; José María Alsina Casanova; Pablo Cervera Barranco; Javier Igea López-Fando; Federico Jiménez de Cisneros; Manuel Vargas Cano de Santayana Comentarios de los evangelios de los domingos: Marko I. Rupnik, SJ Secretaría general de redacción (España, Francia, Estados Unidos): Arnaud Gancel Primer secretario de redacción: Georges Boudier Secretaria de redacción: Leonor Mestres Revisor: Ignacio Muñoz Bielsa Iconografía: Isabelle Mascaras Portada: Georges Boudier Portada: El lavatorio de pies (Ca. 1175), Biblioteca y Museo Morgan, Nueva York, EE.UU © Dist. RMN-GP/Image Pierpont Morgan Library. Magnificat es publicado por Magnificat Inc. con la licencia de la Conferencia Episcopal Española. © Conferencia Episcopal Española, 2015, para los textos litúrgicos. © Magnificat Inc., 2023, para toda la obra. Todos los derechos reservados para todos los países. Impresión : Druckerei C.H.Beck, Nördlingen (Alemania).

Domingo de Pascua 91 Surrexit Dominus Vere, Alleluia!!! Padre todopoderoso, que el aleluya de la Iglesia llene mi corazón porque tu Hijo ha ganado también para mí la victoria, aun cuando ni siquiera puedo entenderlo.

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